Nació en un pequeño pueblo leonés (Bariones de la Vega, León), cerca de Benavente, el 8 de febrero de 1933.
Hija de una familia sencilla de labradores, cuyos padres entregaron al Señor en nuestra familia religiosa a dos de sus hijas: Consolación (destinada en Los Molinos) y Edith. Además, dos primas carnales: Marciana y Adosinda. Las tres primas entraron juntas en la Congregación.
Estudió magisterio. Toda su vida la dedicó a la enseñanza de los pequeños (niñas y niños) en los colegios de Palomeras y en Niefang (Guinea Ecuatorial). Tenía predilección por los niños/as ¡los adoraba! Y por los pobres. Tanto en Vallecas como en Guinea se dedicó a atender a familias pobres y necesitadas. Era muy compasiva y sensible al sufrimiento de los demás.
Muy sencilla, buena persona, espontánea, festiva, trabajadora, disponible... Le gustaba mucho cantar, aunque no tenía muy buen oído. Muy familiar. Sufrió mucho a causa de las enfermedades y desgracias acaecidas en su familia. Muy piadosa. Amante de la Sagrada Familia, de nuestra Fundadora… Siempre fiel a su vocación y dócil a las indicaciones de sus superioras.
Ha sido una persona muy cariñosa y querida.
Durante sus últimos años, y hasta el último día, aunque postrada a causa de su enfermedad incapacitante y progresiva, rezaba y cantaba con nosotras.
Ha muerto en la paz del Señor. ¡Bienaventurada, ella, que goza eternamente!