Mª Carmen Díaz Fuentes
Peñagrande (Madrid)
27 de octubre de 2020
«IN MEMORIAM» HERMANA Mª CARMEN DÍAZ FUENTES
fallecida en Madrid el día 27 de octubre de 2020.
Monición de Entrada de la Misa de Exequias.
Queridos familiares de “Mari Carmen”. Queridos hermanos: nuestros buenos hermanos. Queridas hermanas. Y queridas jóvenes, que con tanto cariño habéis cuidado de Mª Rocío.
Nos convoca el Señor resucitado esta mañana entorno a su Mesa, para despedir y orar por el eterno descanso de nuestra querida hermana Mª Rocío. Orar y reconocer. Orar y agradecer. Orar, con esperanza cierta, gozo profundo y paz serena, por el precioso regalo de esta hermana tan querida y valorada en nuestra Congregación de hermanas de la Sagrada Familia de Urgell.
Mª Rocío (nombre que adoptó al ingresar en la Congregación, ya que su nombre de pila era Mª del Carmen) fue pura entrega en nuestro Instituto: desde muy joven, asumió cargos de responsabilidad: Secretaria General, Formadora, Superiora Provincial, Local, Consejera…
Amaba fervientemente a Ana María Janer y quiso seguir su senda de amor y servicio a los demás, con predilección por los más pobres. Muy inteligente, trabajadora, siempre disponible, compasiva, cercana, fraterna...
Mª Rocío ha sido para toda la Congregación un precioso y preciado tesoro.
Por ello, como decía al principio, no nos queda más que reconocer y agradecer el DON.
Oremos por ella, con la seguridad de que ha entrado en el Seno Trinitario directamente y pidámosle que, desde el Cielo, y desde nuestro corazón, donde también habita, interceda por sus familiares y por todos nosotros que hoy lloramos su muerte, pero nos consuela y conforta la esperanza en la Resurrección: la Vida que no muere.
Gracias, Mª Rocío, por tu vida totalmente entregada. Gracias por ti.
-TESTIMONIO DE NUESTRA HERMANA Mª ROCÍO-
De Mª Rocío, nombre que tomó en su profesión, guardo muy buen recuerdo. Me parece que cuando nuestro grupo fue al noviciado (1959) el de ella hizo su profesión religiosa. Con agrado asistimos a ella. Desde que la conocí me llamó la atención su bondad y alegría, bailaba sevillanas con mucha gracia (ella era sevillana).
Pasaron años. Cuando yo estaba en el juniorado, sobre el año1964, ella se ocupada de nosotras. La recuerdo buena, respetuosa, alegre, servicial, fervorosa, atenta a todas las necesidades que nos surgieran. También conocía y amaba nuestras familias. Nos ayudaba a encontrarnos con el Señor, en la oración y la reflexión. Nos hacía sentir miembros vivos de la Iglesia y valorar los escritos del Papa. Amaba a la Congregación y a la Beata Ana María Janer, transmitiéndonos su conocimiento con entusiasmo y profundidad.
Debido a la confianza que le teníamos hablábamos con ella con fluidez y nos ayudaba a madurar en nuestra vida religiosa y humana. Mis contactos periódicos con ella duraron muchos años.
La recuerdo atenta a las necesidades de su familia, sobre todo los cuidados de su hermano disminuido, y ayudó a la familia en la medida que sus obligaciones se lo permitían.
En los últimos años de su vida, estando enferma, guardaba su sonrisa y amabilidad.
Gracias, Mª Rocío por tus testimonios de bondad generosidad y fe en todos los momentos de tu vida.
-Hna. Montserrat Font-