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Neus Nosas Guardia

Cervera (Lleida)
17 de febrero de 2023
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RESEÑA DE NUESTRA HERMANA NEUS NOSAS

Cuando en el año 2014, me destinaron a Cervera, poco conocía a Neus, no quiere decir que la llegué a conocer, pero hemos compartido 5 años muy profundos, con buena convivencia fraterna y también trabajo.

Intentaré expresar lo que más me ha llamado la atención en su vida diaria.

Cuando llegué, ella se responsabilizaba de la Pastoral, había un buen equipo.

Cuando un abuelo o abuela estaban graves, la directora o la enfermera la avisaban y ella se presentaba en la habitación y hablaba con la familia y les decía que podía recibir el Sacramento de la Unción de los Enfermos. Se avisaba al sacerdote y con una celebración sencilla y muy familiar recibía el Sacramento.

Cervera es un pueblo donde se conocen y el presentarte así a la familia te abría muchos caminos de cara a conocerlos mejor.

Cosía la ropa de los residentes y también de la residencia: cortinas, colchas… y lo planchaba. Le daba mucho trabajo, pero lo hacía con todo primor.

Preparaba las celebraciones de la Eucaristía y siempre tenía abuelos que la ayudaban y ella aceptaba con muy buena acogida. Preparaba también las celebraciones de la Penitencia de los Tiempos de Cuaresma y Adviento. Y en esta época, les pasaba el comentario de las lecturas de los domingos, el Power Point de las Benedictinas. Lo hacíamos todos los sábados.

Allí vibraba un espíritu de familia, porque todos se conocían y también este espíritu cristiano que las personas mayores habían vivido en los pueblos se desprendía cuando les ofrecías actos religiosos. Me falta decir que no faltaba el rezo del Rosario diario.

Las celebraciones de la Beata Madre Janer no pasaban por alto a nadie.

En la Residencia, celebrábamos con mucha solemnidad la festividad de San Ignacio, patrono de la misma, y también La “Mare de Déu de l’Incendi” el 8 de diciembre. Neus no escatimaba nada en todo aquello que se refería a la celebración de la Eucaristía. Se celebraba en el “Auditori” de la casa. La verdad, yo no lo conocía, pero te llenaba por dentro el vivirlo y participar.

A nivel comunitario, también tenía una buena convivencia. Todas tenemos negativo y positivo, pero en la convivencia, si nos fijamos, siempre hay más de positivo que negativo, y su bondad era destacada en la vida de cada día.

Preparaba con mucho esmero la liturgia y también las reuniones comunitarias.

Era un pozo de historia, referente a Cervera y sobre todo de la Casa de Caridad. No te cansabas de escucharla. Muchas experiencias de religiosas, personas y familias, que habían pasado te hacían poner la piel de gallina. Tantas hermanas que han pasado por la casa dando su vida, con mucha generosidad y sacrificio. Vivían con mucha estrechez y acogían a los niños con mucho amor. Pienso que nuestras hermanas religiosas de aquella época que plasmaron muy bien el Carisma con su entrega sacrificada y donación llena de misericordia.

Ahora ella ya goza de la presencia de Dios. Que ore por nuestro Instituto que tanto amaba.

-Hna. Rosa Maria Josa Vila-

TESTIMONIO SOBRE NUESTRA HERMANA NEUS NOSAS GUARDIA

Querida Neus, hoy nos quedamos con un bonito recuerdo de tu persona.

Con el rosario en la mano te encontrábamos cada mañana preparada para rezar por este, por aquel, por tantos...

Nos queda en la memoria tu sitio preferido, sentada en tu sillón orando a nuestra Madre Santísima por las personas que te rodean y por los de más allá.

Te recordamos enamorada de tu vocación religiosa, del carisma, de tu congregación, era tu centro.

Muchas personas te recuerdan cómo trabajabas en la catequesis, tu participación en la pastoral de la parroquia, lo hacías con responsabilidad y calidad, tu dedicación a la enseñanza, la constancia y el esmero en favor de la educación.  Las horas y fuerzas puestas en la Residencia Mare Janer. Ponías dedicación y vida en la misión.

Fuiste espontánea siempre, no te guardabas tus pensamientos, eras libre, ordenada, limpia, te exigías a ti misma y esperabas de los demás.

Y durante tu estadía en la residencia participabas de todas las actividades organizadas, estabas entera, con gusto y una chispa de humor y… algo más especial, en las misas y los rosarios hacías lucir tu voz entonada, ponías empeño para recordar la letra y sostenías hasta el final.

Hoy tus hermanas de comunidad recordamos lo más especial de ti y te damos gracias por tu servicio a la Iglesia, a la Congregación, a la comunidad.

Cervera te recordará siempre.

-La comunidad de Cervera-

A LA HERMANA NEUS DE SU HERMANA MERCÈ

Neus, nos ha dejado y has llevado una vida excelente y todos guardamos un buen recuerdo tuyo. 

Naciste el año 1935 en Ponts, en la casa de la familia Cal Migeró, una familia católica y humilde. Nuestra madre contaba que cuando empezó la guerra y tenía 3 años, nos refugiamos en la masia Mas d'Encendrós, con cuatro familias más. En pleno frente cuando Neus salió a la calle vestida de blanco pasando por entre las balas, pararon el tiroteo porque se dieron cuenta que todo estaba lleno de civiles. Gracias a ella paró aquel frente. 

Cuando éramos pequeñas, estábamos jugando en la era, acababa de llover y un hombre salió de detrás de un pajar. Me llamó por mi nombre diciendo que fuera con él; cuando estaba delante de él me asustó porque me quería hacer daño. Neus vio que yo no salía y fue a ver qué pasaba, sacando la cabeza por detrás del pajar. Aquel hombre quería saber si estábamos solas y le dije que era mi hermana y que nuestro padre también estaba allí, entonces huyó con un coche que había en la carretera. De no ser por Neus, no sé qué habría pasado y suerte de ella que estoy viva.

Siendo muy jovencita, con 14 años, Neus se fue de casa a Sabadell, para hacer el Postulantado en el colegio Sagrada Família. Recuerdo que nuestro padre le decía que era muy joven y ella le dijo: "Parece que seas el abogado del demonio" y nuestro padre contestó: "No es que no lo quiera, sino que eres muy joven, pero si es voluntad de Dios, adelante. Que seas una buena monja."

Mientras estaba en el Noviciado, nuestro padre murió y ella no pudo ir a verlo. Fue un sacrificio muy fuerte. 

Toda la familia la echamos de menos: hermanos, sobrinos, primos y todos los que te conocíamos, te debemos mucho pues siempre has sido un ejemplo para la familia y en todo para el bien de los demás. 

Moriste resignada a la voluntad de Dios, cumpliendo toda una vida con la Congregación, teniendo por modelos a Cristo y a la Madre Janer, que te fueron dando las fuerzas para tirar hacia delante. 

Nuestra madre siempre nos decía: "No os quejéis nunca de lo que Dios nos envía, pedirle fuerzas para poderlo soportar".

Así fue nuestra hermana Neus. Llena de bondad hasta el último día de su vida. Que Dios la tenga en su gloria como se merece y que nos podamos ver en el cielo.

-Mercè Nosàs Guardia-

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